Apenas te sentía
con la respiración que solo te podía llegar aquella cintura que con gracia se movía
por la intensa música merenguera , y ahora estas ahí toda quebrantada en una muy
helada cama , con esa mascara conectada a
ese tanque oxigenado , que a cada rato se termina con miedo de que algún
momento se extinguiera la valiosa vida
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