En una
tarde , llena de una densa neblina pareciera
que estaba siniestramente combinada con el color gris oscuro del sollozante
cielo, que desde su interior
se podía
percibir el sonido estridente de un estrellado rayo , y el viento que
ponía a
danzar a esas palmas con el armónico ritmo de la ráfaga que con su
agradable y
fresca temperatura me hacia cobijar encima y abrazar a mi anhela y
amada mi apreciada
dama…
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